Por más que digo a mis alumnos que revisen su trabajo… ¡Es imposible! Seguro que también os pasa… Me veo cada día repitiéndolo y repitiéndolo sin cesar. En cierto modo les entiendo… ¿Cuántos de nosotros revisamos concienzudamente el trabajo que hacemos? Aunque les entienda e intente ser comprensiva… hay días que es agotador sólo decirlo: revisa, revisa, revisa… a uno, al otro… Así que un día se me ocurrió hacer un cartel como este. No erradica completamente «la plaga» pero la mejora bastante.
Con los trabajos que hace a nivel escrito, lo niños deben poner al final los números según lo «vayan revisando» (como podéis ver en los ejemplos, a continuación). Y como digo, el resultado mejora bastante. Cuando hay un «delincuente recurrente»… se recurre al Conductómetro, y ya eso resulta ser el empujoncito que necesitaba.
