Si eres maestro, sabrás que una de las tareas más arduas que se puede dar en el aula es la de enseñar a leer. Este es el motivo por el que muchos docentes no quieren ni aparecer por los niveles iniciales, evitando de esta manera afrontar la enseñanza de la lectoescritura.
Uno de los principales retos de enseñar a leer es decantarse por un método u otro. Fundamentalmente los maestros dudan entre dos métodos: el método global y el método silábico. Lo mejor, en mi opinión, y como puedes leer en el enlace es utilizar lo mejor de cada método y aplicar el criterio personal.
¿Qué materiales utilizar? En la búsqueda de recursos…
Además, los maestros deben elegir los materiales a utilizar. Los recursos con los que sus alumnos trabajarán para afianzar la enseñanza de la lectura y la escritura. No es fácil. La mayoría de materiales dedican muy poco trabajo a cada letra (1-2-3 páginas) y, sobre todo al principio, es insuficiente.
Te recomiendo probar estos materiales. Dedican unas 20-25 páginas a cada fonema, con actividades variadas, que engloban comprensión lectora, conciencia fonológica, escritura… de tal manera que el niño practica y afianza su aprendizaje.
En letra enlazada…
Estos materiales se pueden compaginar con otros y usarlos como refuerzo, aunque también se pueden utilizar en exclusiva, porque ahondan en el trabajo con cada fonema, por lo que se asegura así el aprendizaje.
Hacer dibujos, carteles… con imágenes y objetos que nos recuerden a la letra, y ponerlos por la clase es buena idea. Así, si el niño se olvida tendrá un referente que le refresque la memoria… De igual manera, si hemos acompañado el sonido con un gesto, podremos hacerlo para ayudarle a recordar.
¿Quieres ver todos los cuadernillos de la colección de lectoescritura? ADELANTE…
