🌈 Regletas de Cuisenaire – Matemáticas a todo color
Tanto si utilizas Regletas de Cuisenaire en el aula como si no, deberías conocer su valor educativo. Bueno, si las utilizas seguro lo sabes ya, y además las valoras como un gran recurso.
Si ya las usas en el aula y buscas material impreso con el que complementar las actividades, te recomiendo este:
Si no las utilizas, te animo a que lo hagas, o al menos descubras sus múltiples utilidades y beneficios en el aprendizaje de las matemáticas. Y ya después decidas (aunque yo me imagino cuál puede ser tu decisión, haría alguna apuesta…).
¿Qué debo saber si quiero trabajar con Regletas de Cuisenaire en el aula?
1. Son un elemento motivante en sí mismas.
A los niños les encanta utilizarlas. Jugar con ellas, hacer montajes, dibujos, figuras… siempre piden poder utilizarlas. Mientras realizan estas actividades están trabajando la orientación espacial, la creatividad, la representación simbólica… En alguna ocasión, algún alumno incluso elaboró alguna figura en 3D.
2. Las regletas no son únicamente un referente numérico.
Es verdad que son una representación visual y manipulativa de cada uno de los números del 1 al 10. Una representación más, hay muchísimas: palos, chapas, botones…
A través de las regletas y la condición que le aportan sus características se pueden trabajar prácticamente todos los algoritmos y representación de números: sumas, restas, multiplicaciones, fracciones, potencias… también se puede trabajar la geometría, las figuras, los cuerpos geométricos, el perímetro…
3. Cuando se aprende a utilizarlas correctamente, es difícil abandonarlas.
Cuando empecé a trabajar como docente y tuve mi primer contacto con las regletas de Cuisenaire, las vi únicamente como referente numérico. No entendía que existiese un recurso como aquel y no despertó demasiado mi curiosidad.
Después de varios años trabajando, coincidí con una gran maestra que las utilizaba como el gran recurso de referencia en sus clases de matemáticas. Me impresionó. Pude observar y aprender sus grandes posibilidades y desde aquel entonces las he designado también mi gran recurso.
4. El juego libre es indispensable.
Como dije, los niños solicitarán el juego libre con regletas. Y es indispensable que tengan momentos así. Al observarlos y escucharlos, nos daremos cuenta que es una forma libre de trabajo y juego a la vez. Se oyen frases como estas: “Dame dos dieces” “No tengo cincos, ¿puedes darme alguno?” “Las regletas que usé para hacer el diamante suman 17”…
5. La descomposición numérica se hace evidente.
Son un recurso tan visual y palpable, que casi no necesita explicación. Una vez el niño interioridad el referente numérico, establece relaciones automáticamente.
Por ejemplo:
Conviene trabajar las descomposiciones de los números del 1 al 10. Construyéndolas con las regletas será mucho más sencillo:
Yo, por ejemplo, siempre tengo en el aula los carteles con los que llamamos “muros” de las regletas, con las descomposiciones de los números del uno al 10. A partir de ellos, los niños elaboran los muros con las regletas y establecen las relaciones numéricas.
6. ¡PRUEBA A UTILIZARLAS!
No tengas miedo de probar y utilizarlas. No será un error. Quizá no seas experto, pero merece la pena intentarlo. Además, no harán ningún tipo de daño al
alumnado, no generan confusión y no entorpecerán su aprendizaje. Verás que es al contrario.
Lo mejor, es tener alguien cerca que las utilice y servirnos de sus conocimientos. Pero no siempre tenemos esa suerte. Hoy en día tenemos a nuestra disposición muchos recursos y materiales que nos pueden ayudar, como totorales y vídeos de maestros que sí las utilizan… así que deja de pensarlo.
Vanesa Díaz